La expresión brecha orgásmica (the orgasm gap) hace referencia a la diferencia que hay en el número de orgasmos en las relaciones sexuales entre el hombre y la mujer, siendo el de los primeros mucho mayor que el de las mujeres.
Y para poder entender esto, vamos a aclarar que un orgasmo es la parte más intensa de la excitación sexual. Una vez más, vemos que la desigualdad de género llega hasta la cama y que quienes han nacido con vulva y vagina son las mas desfavorables.
Hombres y mujeres tienen la capacidad de tener orgasmos y sin embargo, los hombres tienen orgasmos mucho más habitualmente que las mujeres en sus relaciones sexuales. Un estudio publicado por Archives of Sexual Behavior se encargó de analizar el porcentaje de orgasmos que teníamos en las relaciones sexuales. Para ello necesitaron a más de 50.000 adultos en EEUU, y el resultado fue:
1. Los hombres heterosexuales con un 95% de veces alcanzado el orgasmo.
2. Los varones gays con un 89%.
3. Varones bisexuales 88%.
4. Mujeres lesbianas con un 86% .
5. Mujeres bisexuales con un 66%.
6. Mujeres hetrosexuales con un 65%.
Uno de los principales motivos de que esto ocurra es la existencia de una sociedad machista y patriarcal que enseña a la mujer a tomar una posición sumisa y complaciente frente a los deseos de su pareja.
Soluciones para la brecha orgásmica
En un artículo para El Mundo Zen os cuento como subsanar las causas que provocan la brecha orgásmica, y además aquí os dejo algunos puntos importantes:
1. La educación sexual es la clave y la mejor herramienta para conseguirlo.
2. Dedicar tiempo a conocer nuestros cuerpos y mentes, así como los ajenos.
3. Descubrir cómo funciona la respuesta sexual humana. No solo genitalmente, sino globalizada y teniendo en cuenta múltiples factores, entre ellos biológicos, psicológicos y culturales.
4. Entender la diversidad e individualidad y respetarla.
5. Trabajar la autoestima y comunicación para que todas las relaciones sexuales sean deseadas y disfrutadas por todos los participantes.
6. Desmitificar el panorama sexual actual nos ayudará a saber elegir qué deseamos realmente y qué supone una imposición social. Resolver mensajes confusos, mitos creados por la industria del porno convencional, como roles sexuales de género, y mantenidos por otras industrias, además de estar presentes en nuestro entorno. Así como poner en duda lo que aparece en las redes sociales y sentimos que limita nuestra sexualidad, son formas de hacer que esa brecha orgásmica pueda desaparecer de raíz.